martes, 24 de noviembre de 2009

Actividad: Construcción de la realidad y la verdad.

En el aula ya hemos hablado de la relación entre literatura y filosofía, nos hemos adentrado en eso que llamamos realidad y vamos a ver que relación hay entre esta y la verdad (página 63 y siguientes de nuestro libro).
Ya hemos leído en este mismo blog que la verdad acontece inventándola. Se propone ahora otro texto, entresacado de la entrevista realizada a Dora García en el suplemento Babelia de El País el 3 de octubre pasado:

"No existe esa dicotomía realidad/ficción. La ficción es el único modo que tenemos de construir la realidad, de aprehenderla. Es una necesidad. La única diferencia está entre las ficciones útiles, que son las que creamos para sobrevivir, y las ficciones inútiles, que creamos para divertirnos. Todos tenemos que hacer una construcción del mundo para poder vivir en él. No hay otra manera de comunicarse con el mundo más que con la ficción"

La actividad consiste en realizar una reflexión (y subirla como comentario) a partir de la cita, mirando de reojo a la entrada "Filósofos" y al libro de texto.

martes, 17 de noviembre de 2009

La razón.

Para seguir con un poco de humor, antes de pasar a las actividades... un vídeo (esta vez sí, sin recurrir a enlace).

Se trata de un sketch de "Accidents polipoétics".

Sobre estos, una presentación escrita por Jesús Brotons para la web del dúo: http://usuarios.lycos.es/accidents/index.html

"Somos dos tipos leyendo sus textos, ni más ni menos". Así se define Rafael Metlikovec, en su momento colaborador de los electro-performers Das Syntetische Mischgewebe y actualmente cincuenta por ciento de Accidents Polipoétics. Hacia 1991 une sus fuerzas con las de Xavier Theros (antiguo colaborador de los mallorquines Sociedades En Tetrabrik) para crear un proyecto que aunara las posibilidades expresivas de la polipoesía con la energía y la inmediatez de un concierto de rock, sin dejar de lado el sentido del humor (negro), un don siempre necesario y por desgracia bastante escaso en el ámbito de la experimentación fonética. Los Accidents, que desde el principio han hecho patente su deseo de popularizar la poesía, de llevarla a sectores de público generalmente poco permeables, han realizado incontables actuaciones en todo tipo de garitos, así como en teatros, plazas públicas, asociaciones de vecinos y fiestas mayores de barrio, acompañando sus vitriólicos poemas con todo tipo de artículos: de bombonas de butano a ejemplares del Lecturas, pasando por porrones (por supuesto, llenos), ladrillos, esprays ambientadores o panes de los de a kilo. Además de sus recitales blitzkrieg, Accidents han escrito un libro ("Más Triste Es Robar", Las Ediciones Del Khan, 1998), han creado una obra de formato largo ("Pim Pam Pum Lorca"), han participado en grabaciones de grupos como Mil Dolores Pequeños, La Fura Dels Baus y Klub, y han grabado un disco con algunos de sus poemas. Un segundo disco ha sido mil veces anunciado y mil veces postergado. Accidents Polipoétics, que se encuentran más cerca de la figura del tradicional narrador de historias (cáusticas y surrealistas) que de la del típico polipoeta narcisista y afectado (huelgan nombres), representan "el triunfo de la cotidianeidad frente a la mediocridad, de la sencillez frente a la pretensión, de la paella frente al arte".


lunes, 16 de noviembre de 2009

Savater: "La filosofía es lo contrario de la autoayuda".


JACINTO ANTÓN - El País - Barcelona - 31/10/2009

Emoción, humor, pedagogía y sabiduría. De las cuatro cosas hay mucho en Historia de la filosofía sin temor ni temblor -un guiño a Kierkegaard-, el simpático, atractivo y personalísimo manual para acercar a los jóvenes a la disciplina que ha escrito Fernando Savater (Espasa) y que cuenta con ilustraciones de su hermano Juan Carlos. Hermosa oportunidad para encontrarse (o reencontrase) con los pensadores - "Yo no hago nada sin alegría" (Montaigne), "No entregarse a los pánicos de las tinieblas" (una de las últimas anotaciones de Kant)-, el libro sale al paso del "miedo a la filosofía" que Savater ha constatado en mucha gente. "No de los temas, pues justicia, libertad, naturaleza o muerte son cosas que interesan y atraen a todos, sino de la propia palabra filosofía", explica el autor.
Savater presenta a los filósofos como personas, con sus pasiones y miserias, tratando de hacerlos cercanos. Pensó en poner a la tan de moda Hypatia, "por lo que tardan en salir las chicas" (aparecen Hannah Arendt, María Zambrano y Simone de Beauvoir), pero consideró que se sabe muy poco de ella, "excepto que la mataron".
De la actualidad de la filosofía, Savater opina que es lógica porque plantea cuestiones sin las que la gente no puede estar y que antes se ponían en manos de la religión. Con la vista en las noticias, recomienda a quienes vayan a parar a la cárcel dos lecturas: Kempis y Boecio. De paso recuerda que Francis Bacon estuvo preso en la Torre de Londres en 1621 por cohecho.
Del ranking de popularidad de los filósofos, el autor dice que la gente prefiere a los que permiten una moral más laxa, tipo los epicúreos: "A los estoicos nadie los quiere", ironiza. A propósito de la utilidad de la filosofía, cita a Adorno -"Porque no sirve para nada aún es útil la filosofía"-, recuerda que ésta nació al mismo tiempo que la democracia "y significa lo mismo en el orden intelectual que aquella en el político", y recalca que es lo opuesto a la autoayuda: "No se filosofa para salir de dudas, sino para entrar en ellas".

jueves, 5 de noviembre de 2009

Filósofos

Manuel Rodrígueez Rivero

Casi todos los filósofos, tanto los que “no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo” (a Marx eso le parecía poco), como los que han intentado (con resultado variable) transformarlo, saben, como Heidegger, que “la verdad acontece inventándola”. En eso se parecen a los novelistas. Y son los (grandes) narradores, además, quienes mejor han asimilado las teorías de los filósofos: sería difícil entender, por ejemplo, a Proust sin Bergson, o a Beckett o Bernhard sin Schopenhauer. Antonio Machado, que tenía su vena filosófica (pero que, probablemente, habría sido un detestable novelista), también coincide con el autor de Ser y tiempo: “Se miente más de la cuenta / por falta de fantasía: / también la verdad se inventa”, dice en uno de aquellos Proverbios y cantares, que dedicó, por cierto, al filósofo (e inventor, por tanto) Ortega y Gasset. Los filósofos interpretan e inventan (y a veces, haciéndolo, contribuyen indirectamente a que otros -incluidos Hitler o Pol Pot- “transformen"). Mientras la novela -la reina indiscutible del mercado del libro- parece experimentar otra de sus periódicas crisis de crédito a causa del cansancio de un sector del lectorado (y de la falta de planteamientos renovadores, y de la inflación de narraciones de vocación mimética), cada vez es más frecuente observar la presencia de libros de “pensamiento” en las mesas de novedades. Así, la nueva Biblioteca de Grandes Pensadores de Gredos, cuyas primeras entregas llegan estos días a las librerías, pretende reunir lo más significativo de cada filósofo en volúmenes de precio asequible y correcta presentación: una colección cerrada y limitada a 38 “grandes pensadores”, de Platón a Wittgenstein. Dejando aparte las hipérboles de los paratextos editoriales ("la Pléiade española”, etcétera), la colección viene a cubrir un hueco cultural importante: no pocas de las obras que se publicarán están descatalogadas o son de difícil acceso. Cada tomo viene acompañado de una extensa introducción a cargo de un especialista (los dos primeros: Nietzsche, por Germán Cano, y Wittgenstein, por Isidoro Reguera) y de cronología, bibliografía y glosario. Para conseguir precios ajustados, Gredos ha retomado traducciones (no siempre las mejores) publicadas con anterioridad, lo que produce ciertos desequilibrios en la calidad del resultado. En todo caso, el proyecto es encomiable, no sólo por la evidente ambición editorial, poco frecuente en una época en la que se tiende a rehuir los riesgos y a infravalorar el fondo, sino también por la relevancia de la mayoría de los especialistas comprometidos. Y es que los (buenos) editores -como los filósofos y los novelistas- también inventan.


Rodriguez, M.; "Inocentes, enfermos, filósofos", en El País, Babelia, 17 de octubre de 2009, pg. 15

Fuente: http://www.elpais.com/articulo/portada/Inocentes/enfermos/filosofos/elpepuculbab/20091017elpbabpor_21/Tes