domingo, 30 de mayo de 2010

Una aproximación al SIDA (II)

Ángel Sánchez Martínez



2. TEMAS DE DEBATE:


2.1. Drogadicción y SIDA:

a) ¿Es grande el riesgo de infección en los drogadictos?
Sí. Se contagian más del 90% de los consumidores de drogas que intercambian jeringuillas con personas infectadas. La mayoría de las personas infectadas y enfermas en España lo han sido por esta vía. Según los datos epidemiológicos más recientes, son casi el 60% del total de diagnósticos de SIDA.
b) ¿Cómo se intenta reducir el contagio entre drogadictos?
Se han intentado dos tipos de medidas: las que buscan reducir el uso de drogas por vía venosa, y las que pretenden reducir el intercambio de jeringuillas, cuando fracasa lo anterior. Entre las acciones del primer grupo está la administración oral de metadona, como sustitutivo de la droga endovenosa; entre las del segundo grupo está todo lo orientado a hacer fácil el acceso a jeringuillas nuevas, como su administración gratuita a los drogadictos.
El modo más digno y adecuado de evitar el contagio entre drogadictos es ayudarles a abandonar la adicción. En este sentido trabajan muchas comunidades terapéuticas de apoyo

2.2. Homosexualidad y SIDA:

¿Es muy alto el riesgo de infección en los homosexuales?
En los homosexuales que practican el coito anal ese riesgo es muy elevado, sobre todo en el receptivo, y más aún cuando se mantienen contactos sexuales con varias parejas (promiscuidad homosexual). También hay posibilidad de transmisión del VIH mediante "sexo oral" (7% de los casos de homosexuales en San Francisco).
Los varones homosexuales fueron el grupo más afectado al inicio de la epidemia de SIDA, precisamente porque coincidían en ellos las relaciones sexuales de muy alto riesgo (como el coito anal) y la elevada promiscuidad.
¿Qué propuestas existen para reducir la transmisión del VIH asociada a la homosexualidad?
En primer lugar, abstenerse de este comportamiento sexual, que es, obviamente, el modo absolutamente eficaz para prevenir esta vía de contagio. Esta es la verdadera prevención. Una terapia adecuada puede ayudar a equilibrar la vivencia de la sexualidad.
Pueden ser útiles, las siguientes medidas propuestas con frecuencia: no mantener relaciones sexuales con sujetos seropositivos; evitar la promiscuidad; rechazar el coito anal; y, en situaciones especiales, utilizar el llamado preservativo.
¿Cuál es el riesgo de transmisión por relaciones heterosexuales?
La probabilidad de infección por el VIH después de una única relación heterosexual varía desde el 1/1000 al 1/10, aunque para los hombres que tienen relaciones con prostitutas infectadas la probabilidad de contagio puede elevarse al 3% - 5%.
Entre parejas heterosexuales que no tienen contactos sexuales con otras personas, y en las que el varón está infectado y la mujer no, la posibilidad de contagio después de dos años de relaciones sexuales normales, aún utilizando el preservativo, es de aproximadamente un 5%.
El contagio heterosexual es hoy, a nivel mundial, la principal vía de contagio del virus del SIDA. En los países en vía de desarrollo del 75% al 85% de los infectados lo son por contactos heterosexuales. En los países desarrollados este porcentaje es menor, aunque la vía heterosexual es la segunda causa de contagio.
En España, según los datos de 2000, el 22% de los nuevos contagiados lo han sido por contactos heterosexuales, aunque cabe destacar que esta vía adquiere un especial relieve en las mujeres, ya que representa aproximadamente el 40% de las nuevas infecciones.
¿Cómo se intenta reducir la transmisión heterosexual del SIDA?
Hay unanimidad entre los científicos en que sólo la abstinencia sexual y las relaciones monógamas con persona no infectada aseguran la no transmisión del SIDA. Para los que quieran asumir el grave riesgo de mantener relaciones sexuales fuera de la monogamia con persona sana, la recomendaciones habituales son: utilizar el preservativo; evitar las relaciones sexuales con personas posiblemente infectadas; evitar las relaciones sexuales traumáticas, etc.

2.3. Eficacia del preservativo:

Los tantos porcientos de la protección serán siempre estimativos y con amplios márgenes de diferencia entre unas apreciaciones y otras.
a) ¿Es eficaz el preservativo para evitar la transmisión del VIH?
Con toda objetividad se puede afirmar que el preservativo reduce las posibilidades de contagio por el VIH, pero no las elimina del todo. Existen bastantes estudios que lo demuestran. El preservativo reduce el riesgo de infección por el VIH alrededor del 80% en términos relativos. En parejas en las que uno de los miembros está infectado el porcentaje de contagio en un año, usando el preservativo oscila entre el 1.5% y el 17%.
El preservativo suele fallar por los siguientes motivos: ruptura, deslizamiento, mala utilización, así como la contaminación de la superficie externa del preservativo y la permeabilidad del látex a microorganismos, que aumenta en ocasiones por el clima, la temperatura y la humedad. Por tanto, es gravemente erróneo, desde el punto de vista científico, equiparar la utilización del llamado preservativo a 100% sexo seguro.

2.4. SIDA y discriminación:

El objetivo del presente trabajo ha sido encontrar la relación existente entre nivel de información, grado de preocupación y comportamiento discriminatorio ante la presencia de un niño seropositivo al VIH en la misma aula escolar que un familiar próximo (hijo o hermano). Los resultados sugieren que las personas de 40 a 50 años están peor informadas, experimentan más temor y muestran mayor tolerancia ante la adopción de medidas discriminatorias, que los estudiantes de 20 a 30 años. En el comportamiento promotor, inhibitorio o tolerante de medidas marginadoras, parece que el temor juega un papel más importante que la información

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